"Las personas transgénero se enfrentan a muchos obstáculos para acceder a la atención médica debido a su exclusión a nivel institucional y a la transfobia sistémica", explicó la Dra. Diana Tordoff, antigua estudiante de posgrado del grupo de investigación Resultados, Prevención y Epidemiología del VIH (HOPE) de la Dra. Ann Duerr y actual becaria posdoctoral del estudio PRIDE en la Facultad de Medicina de Stanford. "Es común que las personas trans no tengan acceso a profesionales de la salud competentes en cuestiones trans, que enfrenten problemas de cobertura del seguro (incluso para la atención preventiva rutinaria) y que retrasen o eviten la atención por el temor muy realista al maltrato y la discriminación en los entornos de atención médica", prosiguió la Dra. Tordoff. Según la investigadora, dichos obstáculos de acceso a la atención médica existen "en especial cuando se trata de servicios médicos que se brindan de acuerdo con cierto género, como la salud sexual y reproductiva". Por lo tanto, el acceso limitado a las pruebas del VIH y las infecciones de transmisión sexual (ITS) y a las herramientas de prevención como la profilaxis previa a la exposición (PPrE) ha dado lugar a que la comunidad transgénero tenga una mayor predisposición y riesgo de contraer estas infecciones. Tordoff resaltó la importancia de adoptar un enfoque de investigación interseccional "para identificar y responder a las desigualdades que enfrentan las comunidades al vivir en estas intersecciones", particularmente en lo que respecta a la prevalencia del VIH y las ITS y su prevención, sobre las cuales suele haber datos limitados. En un estudio reciente de epidemiología dirigido por Tordoff, el equipo de investigación utilizó métodos cuantitativos de interseccionalidad para demostrar el efecto de las experiencias raciales y de género en la prevalencia del VIH y las ITS y en el acceso a la atención médica de las comunidades transgénero y no binaria del estado de Washington. Es importante destacar que la Dra. Tordoff señaló la participación de la comunidad como parte integral de este trabajo, que fue un estudio de investigación realizado en "estrecha colaboración con el Comité Asesor STARS (Seattle Trans and Nonbinary Sexual Health), un grupo de personas trans y no binarias de las cercanías de Seattle con una amplia gama de experiencia y conocimiento de trabajo social, enfermería, salud pública, periodismo, derecho, defensa, activismo comunitario y artes escénicas".
Para entender los obstáculos que enfrenta la comunidad trans del estado de Washington, Tordoff y sus colegas analizaron cinco fuentes de datos de vigilancia del VIH y las ITS en todo el estado del 2019 al 2021. El conjunto de datos le brindó al equipo de investigación una muestra amplia y diversa que incluía a más de 1, 600 personas transgénero y no binarias. El equipo de investigación estudió las diferencias en cuanto a seguro, prevalencia del VIH y las ITS, realización de pruebas y uso de profilaxis previa a la exposición entre el grupo de residentes del estado de Washington, teniendo en cuenta la raza y el origen étnico. A continuación, el equipo calculó la relación de la intersección de experiencias de género y raza con una mayor incidencia o prevalencia de VIH e ITS, más allá de las esperadas en relación con el género o la raza y el origen étnico únicamente. Con ello observaron también altos niveles de pobreza y barreras estructurales para acceder a la atención médica entre todas las personas trans y no binarias. Sin embargo, ciertos grupos carecían desproporcionadamente de seguro y se veían afectados por el VIH y las ITS, en especial las mujeres transgénero de color. La Dra. Tordoff indicó que "la sinergia interseccional de experiencias de raza y de género explica un gran porcentaje (50%-85%) de la mayor prevalencia del VIH y las ITS entre las mujeres transgénero de color". Al mismo tiempo, habían desigualdades considerables en el acceso a la PPrE entre hombres trans y personas no binarias asignadas al sexo femenino al nacer: sólo uno de cada cinco había hablado alguna vez de la PPrE con una persona prestadora de servicios médicos. Esto indica oportunidades desaprovechadas por quienes prestan servicios médicos para hablar de la PPrE con personas trans y no binarias."
En conjunto, este trabajo resalta "la necesidad de ampliar el acceso a modelos transinclusivos de administración de la PPrE y prevención del VIH y las ITS, que respondan a las múltiples barreras arraigadas en el cisexismo y el racismo estructural", expresó la Dra. Tordoff. El artículo también recalca el efecto generalizado del racismo y el cisexismo estructurales, que se reproducen a diversos niveles sociales e institucionales, y que conducen tanto a disparidades socioeconómicas como a desenlaces médicos desfavorables entre las personas transgénero. Brian Minalga, subdirectore de la Office of HIV/AIDS Network Coordination [Oficina de Coordinación de Redes contra el VIH/SIDA] (HANC por sus siglas en inglés) de Fred Hutch y coautore de este estudio, revisó 41 ensayos clínicos sobre el VIH que han marcado un hito en los últimos 30 años para entender cómo estas desigualdades se perpetúan de forma más amplia a través del sistema de salud. A pesar de que en las comunidades trans hay una mayor incidencia del VIH, estas han sido excluidas de la gran mayoría de los ensayos clínicos. Brian descubrió que de 171,062 participantes en estudios, <1% eran transgénero (1,340), el 94% de esas 1, 340 personas eran mujeres trans, el 3% hombres trans y el 3% personas no binarias. En consecuencia , las personas trans no tienen el mismo acceso a intervenciones basadas en la evidencia o a la información con la que se pueda fundamentar su atención clínica en comparación con personas cisgénero. Brian explicó que "por ejemplo, muchas personas transgénero tienen dudas sobre cómo los fármacos de tratamiento y prevención del VIH pueden afectar a la terapia hormonal de afirmación de género. Pero el personal médico es incapaz de responder a estas preguntas en gran parte porque los diseños de los estudios de investigación no incluyen de manera significativa a las personas trans ni abordan este tipo de preguntas de investigación."
La Dra. Tordoff continuó explicando que "las comunidades transgénero son diversas y heterogéneas. Los enfoques interseccionales de investigación y el desglose de datos por género, raza y origen étnico son fundamentales para saber cómo mejorar el servicio para estas comunidades". Asimismo, añadió: "Para mejorar la salud y el bienestar general de las comunidades transgénero, es importante incluir de forma significativa a las personas en ellas, a quienes históricamente se les ha excluido de la investigación. Esa inclusión implica ampliar la definición de 'HSH' (o en inglés MSM, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres) para que contemple tanto a los hombres cisgénero como a los transgénero que tienen relaciones sexuales con hombres cisgénero y transgénero".
Para concluir, La Dra. Tordoff destacó que la investigación fue una colaboración comunitaria con el comité asesor STARS, que incluye a le coautore Brian Minalga. Los comités asesores comunitarios como STARS pueden desempeñar un papel importante "en la respuesta a las desigualdades de poder en el análisis de datos secundarios, ya que los resultados de la investigación aún pueden influir en los encuentros clínicos y las decisiones de salud pública que afectan a las personas trans (en Seattle o cualquier otro lugar)". Además, la participación en este trabajo les permite sumar sus voces a la interpretación de los datos a las comunidades transgénero y no binaria, para que se den a conocer los problemas médicos serios a los que se enfrentan.
Los equipos de investigación del VIH con interés en mejorar la concordancia de sus propósitos de investigación del VIH con las prioridades y necesidades de la comunidad trans, pueden consultar en inglés el reciente informe: "No Data No More: Manifiesto Manifesto to Align HIV Prevention Research with Trans and Gender Diverse Realities".
Este trabajo contó con el apoyo de los Institutos Nacionales de Salud, la American Sexually Transmitted Disease Association [Asociación Americana de Enfermedades de Transmisión Sexual] y el University of Washington’s Northwest Center for Public Health Practice [Centro Noroeste para la Práctica de la Salud Pública de la Universidad de Washington].
La Dra. Ann Duerr, integrante del Fred Hutch/ UW/ Seattle Children's Cancer Consortium, contribuyó a este trabajo.
Tordoff DM, Fernandez A, Perry NL, Heberling WB, Minalga B, Khosropour CM, Glick SN, Barbee LA, Duerr A; Seattle Trans and Non-binary Sexual Health (STARS) Advisory Board. 2023. A Quantitative Intersectionality Analysis of HIV/STI Prevention and Healthcare Access Among Transgender and Nonbinary People. Epidemiology. 34(6):827-837.
Este artículo fue traducido de la versión original en inglés al español por Ángela María Carvajal con la revisión de Adriana Nodal-Tarafa en coordinación con las escritoras actuales Joselyn Landazuri y Annabel Olson.